Los vecinos de la calle de San Pelayo, de Cangas de Onís, que acudieron a la reunión del pasado lunes consensuaron apostar por el proyecto de peatonalización total del tramo entre el cruce de la vía canguesa con la calzada de Ponga y la avenida de Castilla, en donde se anularía el tráfico rodado habitual. Así se lo trasladarán al alcalde, Alfredo García, al que agradecieron la exposición del plano del proyecto en el Ayuntamiento hasta el próximo día 15 de septiembre.
La peatonalización del tramo tendría unas zonas predeterminadas de carga y descarga. Los vecinos irán a ver al Alcalde para exponerle lo acordado en la reunión, a la que acudieron unas treinta personas. Además, los vecinos reclamarán un punto más de carga y descarga en la entrada de la calle desde la avenida de Castilla, desde el mismo punto por donde tendrían que entrar los usuarios del único garaje que existe en el tramo, situado en el primer edificio. Los vecinos también reclamarán un punto subterráneo de basura y la determinación en el proyecto de la iluminación que va a tener la calle, que creen necesario mejorar. También aspiran a que el Ayuntamiento identifique la calle como «casco antiguo» de la ciudad, la mejora de la fuente existente, y las ayudas para la rehabilitación de fachadas históricas, entre otros.
Una delegación de vecinos y comerciantes integrada por cinco personas se reunirá con el regidor para abordar las peticiones sobre el proyecto de remodelación de la calle, incluido dentro del plan de excelencia turística para la ciudad. El Ayuntamiento quiere iniciar las obras de remodelación el próximo otoño para finalizarlas antes del mes de marzo. El proyecto rondará los 300.000 euros e incluirá el soterramiento de líneas en la calle. Los vecinos abogaron también por integrar el parque en la calle, que experimentará un cambio notable con la ampliación de las aceras.
La peatonalización del tramo tendría unas zonas predeterminadas de carga y descarga. Los vecinos irán a ver al Alcalde para exponerle lo acordado en la reunión, a la que acudieron unas treinta personas. Además, los vecinos reclamarán un punto más de carga y descarga en la entrada de la calle desde la avenida de Castilla, desde el mismo punto por donde tendrían que entrar los usuarios del único garaje que existe en el tramo, situado en el primer edificio. Los vecinos también reclamarán un punto subterráneo de basura y la determinación en el proyecto de la iluminación que va a tener la calle, que creen necesario mejorar. También aspiran a que el Ayuntamiento identifique la calle como «casco antiguo» de la ciudad, la mejora de la fuente existente, y las ayudas para la rehabilitación de fachadas históricas, entre otros.
Una delegación de vecinos y comerciantes integrada por cinco personas se reunirá con el regidor para abordar las peticiones sobre el proyecto de remodelación de la calle, incluido dentro del plan de excelencia turística para la ciudad. El Ayuntamiento quiere iniciar las obras de remodelación el próximo otoño para finalizarlas antes del mes de marzo. El proyecto rondará los 300.000 euros e incluirá el soterramiento de líneas en la calle. Los vecinos abogaron también por integrar el parque en la calle, que experimentará un cambio notable con la ampliación de las aceras.