¿Un tren pa Cangues?

¿Un tren pa Cangues?
¿Será otra serpiente de verano? Vuelve a salir en la prensa el viejo tema de siempre, el tranvía de Arriondas a Covadonga, que un día desapareció cuando estaba a punto de ser electrificado

Los políticos recurren a expresiones manidas como la de “recuperar el antiguo trazado ferroviario”, tal vez sin tener en cuenta que no hay ningún trazado que recuperar porque el tren iba por lo que hoy es la carretera, es decir, que no hay caja propia por parte alguna.

Curiosamente son los mismos políticos que no cuentan nunca para nada con el transporte ferroviario los que ahora apadrinan la propuesta de un nuevo tranvía. Las mismas personas que no reclaman la electrificación entre Infiesto y Arriondas ni la mejora de servicios en la comarca. Por supuesto que es raro ver a un político que viaje en transporte público y menos en tren.

Como ya sabemos que la mayor parte de estas propuestas salen en los medios para distraer la atención de los lectores y que todo suele quedar en agua de borrajas, habrá que recordar a nuestros mandatarios que hoy en día las hemerotecas están disponibles en Internet y las promesas baldías no se olvidan tan fácilmente.

¿Se podrá llegar desde Covadonga a la calle Uría en tranvía? No es descartable. Las nuevas generaciones de vehículos tranviarios permiten circular en convivencia con el tráfico urbano y también sobre plataformas ferroviarias convencionales. Todo sería que en Arriondas el tranvía subiera la pequeña cuesta de la estación y entrara en vía métrica sobre balasto,si es que algún día se electrifica el trazado de FEVE. A partir de ahí, llegar a Oviedo, Gijón, Llanes o Ribadesella Puerto sería coser y cantar.

Algunas de las frases que llenan la boca de los políticos son bastante lamentables, argumentando beneficios para una desestacionalización turística o incluso mejoras en la movilidad del turista. Tópicos típicos nunca verificados.

Desgraciadamente el tranvía no aportaría nada que no pudiera hacer un coche o un autobús, pero claro, si se empeñan, no vamos a protestar, por aquello de que “a caballo regalado...” como sucedió con la senda peatonal de Cascos, por nadie solicitada pero ahora bien disfrutada y que probablemente haya salvado ya alguna vida.

Además de todo lo anterior, hay que tener en cuenta que los tranvías necesitan energía eléctrica y que para eso habría que instalar una catenaria, con el consiguiente efecto estético. ¿Habría que construir una caja propia para el nuevo tren? Pues saldría por una fortuna. Si a ello añadimos el coste de las unidades, su mantenimiento y el personal, el coste de esta infraestructura equivaldría al gasto de todos los habitantes de los concejos de Cangas de Onís y Parres en transporte público durante decenios. Así que casi sería mejor regalar viajes en autobús o taxi.

¿Tiene sentido que el estado gaste dinero en esta obra? Me temo que no, sobre todo cuando podría hacer mucho sobre infraestructuras existentes. Hay diversas soluciones de metros ligeros en el mercado, pero muy caras, como siempre, porque el transporte ferroviario va íntimamente ligado a las grandes conurbaciones y densidades de tráfico inasumibles por la carretera. Eso sí, se hará un estudio técnico que costará dinero y llegará a conclusiones muy parecidas a las de este artículo redactado gratuitamente. De hecho, hace 17 años escribí algo parecido sobre un proyecto del ministro Barrionuevo y el siglo pasado propuse el túnel ferroviario de Gijón cuando se preveía el retranqueo de las estaciones.

Pero bueno, si se empeñan en ponernos un tranvía, que lo hagan ahora o que callen para siempre y nos dejen en paz con las serpientes de verano que parecen convertirse ya en leyendas urbanas.

Y si los políticos quieren ideas para beneficiar al sector turístico, basta con que créen una red de pistas cicloturistas paralelas a las carreteras, complementadas con sendas peatonales. Sale baratísimo y se goza una barbaridad, salva vidas, beneficia a los peatones y es ecológico. Eso sí, también hay que señalizar porque el senderismo en Asturias casi requiere GPS. La N-634 entre Arriondas y Ribadesella está pidiendo a gritos una ruta para ciclistas, junto con la adecuación de miradores sobre el Sella aprovechando curvas del antiguo trazado de la carretera.

¿Tranvía? Esta vez tampoco.

P.D. Tengo previsto publicar este mismo texto cada vez que vuelva a salir el tema en los medios.