La Benemérita establece un operativo para garantizar la seguridad en la fiesta que incluye agentes a caballo, perros, helicópteros, lanchas y más de 150 coches y motos
Agentes de la Guardia Civil a caballo, desde el aire, desde el mar y por tierra -en más de 150 motos y coches- desplegarán desde mañana un intenso operativo para garantizar la seguridad durante todas las fiestas que rodean al 69.º Descenso Internacional del Sella, que se celebrará el sábado entre Arriondas y Ribadesella. Las previsiones realizadas desde el instituto armado apuntan que unas 300.000 personas asistirán a la fiesta de «Les Piragües» y a que la mitad aproximadamente presenciará la prueba en directo.
El informe elaborado por el servicio de emergencias 112 analizando los riesgos de la fiesta ya advierte que «el riesgo asociado a actuaciones terroristas de baja incidencia en Asturias, en general, se va incrementando» y recuerda que en la edición 2004 del Descenso se dio un caso de atentado con bomba de poca potencia en la playa de Ribadesella. Según este mismo análisis de riesgos, el abuso de alcohol y drogas causa un riesgo elevado de «actos vandálicos o conductas antisociales». Como ejemplo del mismo se cita el atropello ocurrido el año pasado en el puente riosellano y el «posterior linchamiento masivo que originó numerosos heridos». El número de efectivos de la Guardia Civil superará los 400 agentes, según aseguraron ayer el delegado del Gobierno, Antonio Trevín; el jefe de la Guardia Civil de Asturias, el coronel Luis Búrdalo, y el jefe interino de la Comandancia de Gijón, el teniente coronel Manuel Contreras. Los tres asistieron en Ribadesella a una Junta de Seguridad, presidida por el alcalde local, José Miranda que también contó con César Álvarez, gerente del 112 Asturias, Tácito Suárez, gerente del Hospital de Arriondas, Marcos Gutiérrez, teniente de alcalde de Parres y responsables de protección, civil, Samur, Cruz Roja y Feve.
Todos los participantes en la reunión hicieron puesta en común de cómo cumplirán con las tareas que tienen encomendadas para que la fiesta sea más segura que nunca. El teniente coronel Manuel Contreras explicó que el despliegue de efectivos se llevará a cabo desde el mediodía de mañana hasta el mediodía del domingo, tanto en Arriondas como en Ribadesella. Detalló que el sábado, día del Descenso, la protección se centrará en la zona de salida, en el cauce del río, en las pasarelas que lo atraviesan y en el tren fluvial. El escuadrón del destacamento de caballería de la Guardia Civil con sede en Valdemoro (Madrid), compuesto por ocho monturas y sus cuidadores, pretende, según Contreras, potenciar «la sensación de seguridad». La caballería, escuadrón de estreno en Ribadesella, patrullará por los campos de Oba y las zonas de difícil acceso de la villa. La Guardia Civil también contará durante estos días con dos helicópteros, para evaluar «in situ» cualquier incidencia operativa que surja durante el Descenso. Una de las dos naves dispone de un moderno sistema de grabación que, en conexión con un camión todo terreno conectado al satélite «Hispasat», permitirá transmitir imágenes directamente a uno de los puestos de mando avanzados y a la sala de operaciones de la Dirección General de la Guardia Civil. «Somos la única Policía europea que cuenta con este servicio, que este año ya se ha usado en el Rocío, de Jerez y en los Juegos del Mediterráneo», explicó Contreras.
El intenso operativo de vigilancia de la Benemérita se completará con unidades caninas especializadas en detectar drogas y explosivos, con agentes especialistas en actividades subacuáticas, agentes de tráfico, efectivos del Seprona, artificieros y grupo rural de seguridad. Todo el plan de seguridad será llevado a cabo en completa coordinación con 112 Asturias que, entre otros efectivos, movilizará a más de cien voluntarios de Protección Civil, a varias dotaciones de Bomberos de Asturias, a un grupo de buceo y que tendrán disponible para cualquier emergencia un helicóptero en La Morgal.
En la riosellana playa de Santa Marina se ampliará el servicio de salvamento durante las jornadas críticas. El viernes habrá socorristas hasta las diez de la noche y el sábado los vigilantes se incorporarán a las siete de la mañana. El Samur instalará en Ribadesella, junto al mercado de abastos, un hospital de campaña (puesto médico avanzado), para lo que en las próximas horas llevarán al lugar 1,5 toneladas de material. Tres médicos y cuatro enfermeras asistirá todas las urgencias. Una ambulancia convencional y una UVI-móvil estarán destinadas permanentemente en Ribadesella y otras dos de idénticas características en Arriondas. A estos vehículos habrá que sumar los que aporten Protección Civil y la Cruz Roja. Los centros de salud de las dos poblaciones contarán con más efectivos en horario continuo. Y el Hospital de Arriondas reforzará su personal. También hay que recordar que las dos localidades reforzarán los efectivos de la Policía Local disponibles: Arriondas, con agentes de Gijón, y Ribadesella, con funcionarios de Oviedo. En total el personal dispuesto para solventar cualquier emergencia que pueda producirse durante las Piraguas supera las setecientas personas.
El sábado, el dispositivo especial de ordenación del tráfico prevé prohibir el tránsito por la carretera N-634 entre Llovio y Arriondas desde las 9 horas hasta que termine la prueba deportiva, desde esa misma hora estará prohibida la circulación entre Llovio y Lieres y entre Cangas de Onís y El Portazgo (Arriondas) a vehículos que transporten mercancías peligrosas, a transportes especiales y cualquier vehículo de gran tonelaje. La N-632, desde la glorieta de Llovio en dirección Ribadesella, permanecerá cerrada desde las 17 horas del sábado hasta las 17 del domingo. Por esta vía sólo se podrá salir para aparcar en Truyes. Desde las 8 hasta las 17 horas del domingo estarán cerradas las entradas a la villa por la AS-263, (Ribadesella-Llanes), y por la N-632 desde Bones.
